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Darío franco y el acto proverbial de dejar los huevos en cada jugada
Dejar los Huevos en la Cancha
Digno de una escena del maestro del horror Stephen King fue la escena que vieron los futbolistas del Zaragoza el 12 de Abril de 1992 cuando el Real Zaragoza derrotó al Athletic de Bilbao y a los 75 minutos de juego el argentino Darío Franco se barrió para salvar una jugada peligrosa que terminó con algo peor que un sencillo pisotón. Aunque el impacto en la zona genital dejó al futbolista algo adolorido el argentino terminó el partido y cuando llegó al vestuario el doc del equipo le pidió a Franco que se desvista para revisarlo porque según el mismo Franco decía: “Sentía un ardor allá abajo”
Lo que sucedió después es una imagen poco agradable, cuando Franco se despojó de sus interiores un borbollón de sangre salpicó el piso del vestuario y el doc del equipo vio que el pobre argento tenía el escroto cortado, con un testículo asomado por la herida abierta y el otro colgando a pocos centímetros del suelo. ¿Cómo terminó la historia? Con el DT y algunos jugadores del equipo desmayados y el bueno de Franco trasladado de urgencia al hospital donde recibió 10 puntos de sutura en las bolainas y quedó grabado para la posteridad.
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