Mentiras del porno
El sexo anal nunca va a ser tan bueno como el porno lo pinta.
Hay un viejo refrán que reza: “Untado el dedo, untada la mano”
Palabras que podrían aplicarse al enigmático arte del sexo anal. En este pequeño articulo divagaremos sobre las razones que convierten al buen sexo anal en algo (para mí perspectiva) mítico.
Explico mis tres puntos y estoy dispuesto a escuchar opiniones, así que aquí van:
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En el porno no hay olores, en la vida real sí
Una de las ventajas del video y el mundo digital es la exclusión de algunos detallitos menores pero igual de importantes, percibir olores por ejemplo, cuantas veces se han preguntado ¿a qué carajos huelen las malditas donas de homero Simpson? ¿O qué cuernos es ese olor mágico que tienen los pasteles (PIE) gringos que hacen flotar a los personajes de las caricaturas, bueno sin duda alguna uno de los sitios dónde menos nos hacemos esa pregunta es cuándo liberamos el pájaro y nos preparamos para una reverenda paja.
Pues lamentablemente cuando un hombre y una mujer se enredan en ese divertido viaje llamado sexo anal el olor es un elemento que no se puede obviar por un sinnúmero de razones que me da pereza enumerar pero que saltan como conclusiones lógicas, sólo déjenme decirles una cosa, no es para nada hot cuando uno la mete y a la flaca de turno se le escapan algunos movimientos y reacciones involuntarias. O en criollo nadie quiere tener olor a culo en la pija.
2. En el porno las flacas lo gozan (o disimulan mejor) en la vida real… pues no tanto.
Típico se han preguntado si su novia en realidad lo goza, déjenme decirles por experiencia propia que encontrar una flaca que le guste tener una verga en el culo es tan difícil como encontrar un puto unicornio. La verdad es que las flacas que lo hacen se merecen una medalla de oro por esfuerzo y por compromiso, para los hombres lectores de nuestra revista les voy a explicar cómo funciona el mecanismo lógico de una mujer que acepta tener sexo anal con su novio/ esposo/ vacile.
“Bueno, ojalá y esto compense el feo regalo de cumpleaños que le di el año anterior” “Después de esto más te vale que me compres algo lindo pervertido hijo de puta” y claro el infame “Bueno a fin de cuentas me prometió que sólo iba a ser la puntita”.
Y déjenme decirles una cosa más, cuando a una mujer no le gusta algo de entrada, difícil que le guste de salida.
3. En el porno es fácil entrar y salir y entrar y salir y… bueno ya ven por donde va la idea, en la vida real no es tan sencillo
Adivina adivinador, cuántos de ustedes han pensado que el sexo anal es algo natural y sencillo como el sexo tradicional, pues para todos esos extra vírgenes que nunca han tenido que escabullirse por la puerta del perro les dejó una cosa en claro, cuando uno culea con alguien por la puerta trasera necesitas dos cosas, lubricante y condones lubricados, sí ya sé que suena redundante pero es cierto, la mayoría de mujeres que pasaron por la experiencia del sexo anal y terminaron convertidas en adeptas a esa pose saben bien que no siempre el asterisco se porta como la gente, a veces se porta como la verga y se pone tieso o tímido como diría una prostituta que me explicó la ciencia exacta del sexo anal y entonces no es bueno forzar el asunto si me hago entender. Por eso los mejores amigos de una mujer en esas situaciones siempre va a ser el lubricante, la oración contenida y un tímido despacito, hazlo despacito, suave no seas tonto, ¡dije suave la gran puta!
Posdata si te gusto la nota y eres mujer y te da curiosidad o crees que tu novio ya hizo los puntos suficientes recuerda esto, lubricante, condón y suerte para que nada imprevisto suceda, o mejor dicho salga sin querer.
